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No hay lugar para la duda, NO es NO!

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Pero, por desgracia, muchas veces el NO se ignora, se silencia o se pierde entre el miedo y la ansiedad que provoca un trauma por abuso sexual.

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Los abusos sexuales, ya sean en la infancia o en adultos, son un problema social que afecta tanto a niñas como a niños y adolescentes y que en la mayoría de ocasiones dejan secuelas psicológicas graves y que interfieren en el bienestar emocional y mental de las personas y en su vida futura.

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Entre las consecuencias del abuso sexual podemos identificar:

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• El sentimiento de impotencia y la pérdida de autoestima y esperanza. 

• La sensación de traición y desconfianza, especialmente cuando la persona abusadora era un familiar o formaba parte de tu entorno cercano. 

• Otros síntomas como la depresión, las conductas destructivas o los trastornos sexuales.